Ayer fue un día muy emocionante para el instituto: tuvimos la suerte de contar con Luz María Rodriguez Luque, esposa de Paco Acosta, uno de los presos políticos del franquismo, condenado en el Proceso 1001.
Ya disfrutamos de Paco en otra charla hace unos meses, donde nos contó su lucha por la libertad y por los derechos de los trabajadores, en aquel período tan difícil de la historia reciente de España. Pero nos quedamos con las ganas de conocer a Luz María, para que nos contara su visión de toda aquella lucha, como pareja de Paco.
Si alguien creyó que el papel de Luz fue visitar a Paco en la cárcel, está muy equivocado. Su papel en todo el proceso, al igual que el de otras mujeres de otros presos, fue tan o más importante para todo lo que vendría después .
Con su delicada voz, Luz fue narrando a nuestro alumnado cómo conoció a Paco con 16 años, participando de las reuniones del sindicato y colaborando, como taquígrafa que era, en el periódico ilegal y clandestino “Realidad”. Al poco tiempo se casaron, en una boda peculiar (sin anillos ni fotos), deseosos de estar juntos por todo el amor que se tenían y también para poder seguir juntos luchando por los derechos de los trabajadores. La luna de miel también fue de lo más peculiar: puesto que fueron arrestados y llevados al calabozo tres días después de casarse.
Pero eso no los paró en absoluto, sino que siguieron con más fuerza si cabe hasta que Paco fue encarcelado en junio del 72 junto con otros 9 compañeros, por la única razón de estar reunidos. Fueron condenados en el Proceso 1001 a penas elevadísimas (Paco 12 años), porque el régimen quiso utilizarlos como chivo expiatorio para persuadir a la población de realizar reuniones clandestinas.
Una vez realizado el juicio y tras la condena, el papel de Luz Maria y de otras muchas mujeres fue importantísimo, puesto que viajaron por toda España y a todas las instituciones que les fue posible, para que lo acontecido no se borrara en el olvido y se convirtiera en una noticia nacional e incluso internacional. Gracias a ello, se volvió a repetir el juicio y se rebajaron las condenas, pudiendo salir de la cárcel muchos de ellos, hasta que ya con la amnistía tras la dictadura pudieron volver todos a sus vidas (para seguir en la lucha, claro está).
Después Luz respondió con entusiasmo a las preguntas del público. Por ejemplo, nos contó que si una dictadura elimina las libertades de todos los ciudadanos, las mujeres aún tenían más restricciones por ser mujeres, era como una dictadura dentro de una dictadura: no podían tener una cuenta corriente, ni poseer bienes solo a su nombre….. Nos contó por ejemplo que en un juicio contra compañeros del sindicato en Jaén, la abogada Cristina Almeida tuvo en el último momento que “volver a por su marido” para poder continuar el juicio, puesto que él tenía que firmar el consentimiento de algunas actuaciones de la esposa.
Por aquel entonces, el movimiento feminista no era tan fuerte como ahora porque la lucha era por toda la ciudadanía en general, porque nadie era libre. Fue tras la dictadura cuando comenzó la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.
También le preguntaron sobre temas de actualidad: movimiento feminista actual y sus divisiones, la amnistía, los gobiernos actuales….. Ella respira y nos contesta con una sonrisa y una claridad absoluta, propia de quien ha vivido una dictadura: más allá de las desavenencias y desencuentros, no sabéis lo importante que es tener diversidad de criterios y poder expresarlos. Lo importante es que sea con respeto, educación y nunca dejar de ser tolerante. Qué suerte tenemos quienes no sabemos qué es eso: no poder discrepar.
Millones de gracias Luz, te recordaremos siempre y te agradecemos infinitamente tus vivencias, y sobre todo tu humildad y sencillez. Has sido muy importante en la historia de la democracia española y no tenemos palabras para poder agradecerte tanta lucha.
Hasta siempre