No se si conoces a una de las mujeres más famosas entre todas las que han hecho historia: la aviadora estadounidense Amelia Earhart.
Nuestra protagonista nació el 24 de julio de 1897. Desde muy pequeña demostró un espíritu inquieto y valiente, y siempre le gustó hacer actividades asociadas a lo masculino, como escalar árboles o disparar.
Por desgracia, su infancia estuvo marcada por problemas familiares, y mudanzas provocadas por ellos. Tras separarse de su padre de joven, estudió en la Universidad de Columbia, y, con apenas 20 años, empezó a realizar labores de enfermería en un hospital de campaña para tratar a soldados de la Primera Guerra Mundial.
¿Y cómo le picó el gusanillo de la aviación? Fue siendo enfermera cuando tuvo la oportunidad de visitar una base del Cuerpo Aéreo Real. Allí fue donde nació en ella la curiosidad por los aviones.
Ya en 1920 tomó sus primeras clases de aviación, con, nada más y nada menos, que Neta Snook, la primera mujer en fundar una escuela de vuelo, y dirigir un aeropuerto privado. Como curiosidad, Snook, a pesar de ser su mentora, nunca confió en ella como piloto.
Rodeada de referentes femeninos, comenzó a pilotar un prototipo del aeroplano Kinner, al que bautizó como «El Canario». Con esta aeronave tuvo varios accidentes, provocados por la escasa seguridad de las aeronaves de entonces.
¡Al poco tiempo ya era una leyenda! En 1922 consiguió su primer récord al conseguir volar a 4,2 kilómetros de altitud. Un año después, consiguió la licencia de piloto por la Federación Aeronáutica Internacional.
El camino de Earhart por la aviación acababa de empezar. Ya en 1927 se unió a la Asociación Aeronáutica Nacional, comenzó a promover la aviación entre mujeres e invirtió dinero para construir una pista de aterrizaje. ¡Lo suyo sí que era pasión!
Amelia hizo historia solo un año después, en 1928, gracias a una llamada del capitán H.H. Railey, quien le invitó a ser la primera mujer en cruzar el océano Atlántico.
Junto al piloto Wilmer Stuitz y el mecánico Louis Gordon, el 17 y 18 de junio de 1928, recorrió los 3.200 kilómetros entre Terranova y Gales. Al llegar a tierra, los medios de comunicación quisieron dar voz a la historia de Amelia, la primera mujer en realizar tal proeza: Así empezó a ser conocida y aclamada.
Gracias a ello, publicó el libro «Veinte horas, cuarenta minutos», y pudo realizar, varias veces y todas ellas sola, la misma travesía por el Atlántico, a bordo de su aeronave Lockheed Vega.
¿Y eso fue lo único? Para nada. Continuó creando espacios de aviación para mujeres, como la carrera aérea «The powder-puff derby», entre Los Ángeles y Cleveland, o la organización aeronáutica «Las noventa y nueve», que incluía a 99 mujeres piloto.
Como podéis ver, Amelia tenía hambre de nuevos objetivos. Desde que comenzó su carrera aeronáutica no paró de hacer historia:
- Fue la primera mujer en hacer un vuelo en solitario en el Atlántico
- Primera persona en realizar esa misma travesía dos veces
- Récord por la distancia más larga recorrida por una mujer sin hacer parada
- Récord por hacer esa distancia en el menor tiempo
Earhart, además, hizo un tour por el continente europeo, y fue distinguida con La Cruz de Vuelo Distinguido, una condecoración otorgada a miembros de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.
No contenta con todos sus logros, comenzó a planear, en 1934, un vuelo por el Pacífico, desde Hawái hasta California. Antes de ella, diez pilotos murieron en el intento de realizar este vuelo. ¡Valiente se queda corto!
Tras lograr cruzar el Pacífico, Amelia Earhart se propuso, nada más y nada menos, atravesar el mundo.
Realizó dos intentos, ya que la primera vez tuvo problemas técnicos con la nave, y, junto a Fred Noonan, que ya cruzó el Pacífico, comenzó su segundo intento de travesía mundial.
El 1 de junio de 1937 partió desde Miami, hasta San Juan, en Puerto Rico. Pasó por Venezuela, bordeó Latinoamérica, cruzó África y el Mar Rojo. Tras atravesar India, Singapur, Bangkok y llegar a Papúa Nueva Guinea, comenzaron los problemas.
Rumbo a la isla Howland se perdió el rastro de la aeronave. A más de 3.500 metros de altura, y sin poder determinar su posición, Earhart y Noonan desaparecieron el 2 de julio de 1937.
PUES PARECE SER QUE HAN ENCONTRADO SUS RESTOS!!!!