«Todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer».
El 7 de abril de 1803 nacía Flora Tristán. Otra mujer fundamental cuya historia no nos contaron… . Suya es la frase “Proletarios del mundo, uníos”, y no de Karl Marx. Sus reivindicaciones parten de la Ilustración y del hecho de que todos los seres nacen libres, iguales y con los mismos derechos, influida por las ideas de dos mujeres ilustradas muy cercanas: Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft. Para Tristán la situación de las mujeres se deriva de la aceptación del falso principio que afirma la inferioridad de la naturaleza de la mujer respecto a la del varón. Este discurso ideológico, hecho desde las leyes, la ciencia y la Iglesia margina a la mujer de la educación racional y la destina a ser la esclava de su amo. Hasta aquí el discurso de Tristán será similar al del sufragismo, pero dará un giro de clase cuando señale cómo negar la educación a las mujeres está en relación con su explotación económica: no se envía a las niñas a la escuela “porque se le saca mejor partido en las tareas de la casa, ya sea para acunar a los niños, hacer recados, cuidar la comida, etc.”, y luego “A los doce años se la coloca de aprendiza: allí continúa siendo explotada por la patrona y a menudo también maltratada como cuando estaba en casa de sus padres».
Texto de Mer Mediavilla.