PSICOTEATRO PARA LA PREVENCIÓN DE LAS RELACIONES TÓXICAS: “PORQUE PODEMOS ACTUAR, LA VIOLENCIA FUERA DE ESCENA”

Esta semana, gracias a la subvención asignada este curso al instituto por el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, más una subvención para asociaciones que solicitó el AMPA La Roldana sobre estos temas, más parte del presupuesto del departamento de Igualdad asignado por el instituto, todo el alumnado de los tres cursos de 3º ESO ha podido asistir a unos talleres impartidos por la Asociación HAZ TU ACCIÓN la cual, utilizando técnicas de psicología y de artes escénicas (técnica PIBE), introduce al alumnado en una relación de pareja que poco a poco va volviéndose poco sana, y es entonces cuando chicos y chicas suben al escenario a intentar cambiar los comportamientos tóxicos.

Al principio de la actividad, la directora de la asociación les presenta al alumnado una pareja de su edad (actores) que comienzan una relación afectiva. Comienzan a explicarse sus gustos, aficiones, ideas de futuro….todo normal. Están nerviosos, como suele pasar en los comienzos, y ya se van intuyendo sus rasgos de personalidad.

Los primeros problemas comienzan cuando en una conversación telefónica, él insiste demasiado en que ella deje sus clases de baile para irse con él a su casa. No es la primera vez que ocurre, y ella esta vez no quiere ceder porque el baile es muy importante en su vida. Ante tanta insistencia, ella vuelve a ceder.
El alumnado está muy atento al desarrollo de la escena hasta que esta se corta para responder a varias cuestiones: ¿ qué siente ella? ¿ es sólo él responsable de la situación? ¿debe ser la pareja la prioridad siempre? ¿ cómo expreso mis sentimientos?

Guiados por la directora, varios chicos y chicas hacen el papel de novio y de novia con los actores, para intentar cambiar la conversación y sus repercusiones en la pareja. Constatan que se siente presión, miedo al enfado de la otra persona y miedo a defraudarla. Así es como finalmente se cede.

Entienden también que los responsables de que siga una relación tóxica son los dos y que si dejan que la pareja sea la prioridad absoluta, la presión de no poder fallar asfixia y aísla a la pareja.

Sigue la relación y comienza un nuevo problema. Es el cumpleaños de un amigo del novio y por supuesto quiere que su pareja acuda. Pero ella, al no saber de antemano los planes, ya había quedado con un amigo para cenar. Comienza de nuevo la presión de él, esta vez con manifestaciones de desprecio en la escena y también con amenazas de que se irá con otra en la fiesta de cumpleaños. Ella vuelve a ceder, se ve incapaz de explicar que la pareja es importante pero que también sus amistades.
De nuevo se para la escena para que chicos y chicas salgan a intentar dar un giro a la situación.

Descubren por ellos mismos que la presión a no fallar les ahoga, que el miedo a las consecuencias les paraliza y que si consienten cambiar los planes de nuevo, en el fondo se está dejando clara la base de la relación: exclusividad, fin de las relaciones con otros amigos y amigas y continuos conflictos por la falta de seguridad en la otra persona. ¿ es eso lo que queremos de una relación?

A continuación prueban con otra escena: el chico no ve problemas en que ella vaya con su amigo a cenar y acude solo a la fiesta de cumpleaños. Una vez allí, los asistentes empiezan a reírse de él llamándole calzonazos, tonto, demasiado confiado….y le aseguran entre risas que ella le va a poner los cuernos fijo.

El alumno que hace de novio comienza a pasarlo mal, se siente atacado. Sin saber por qué, el grupo hace piña para agobiarle, aunque en realidad no todos piensan lo que dicen!
Tras una reflexión se dan cuenta que muchas veces las relaciones de pareja se acaban justo por actos como este, desgraciadamente, porque hacen dudar a sus protagonistas. Descubren también la importancia de que una relación se desarrolle solo por los que ellos dos determinen y pacten, sin dejarse influir por amistades que realmente no les conocen.

A estas alturas de la historia, la pareja de actores del comienzo ya tienen una relación asfixiante y totalmente aislada de sus antiguas aficiones y actividades.

Comienza entonces unas escenas donde los amigos y amigas de cada parte, hablan con ellos para mostrarles su preocupación.

Es curioso que tanto unos como otros enfocan la conversación reprochando a su amiga o amigo la actitud hacia el antiguo grupo de amistades y atacando a su pareja. Con eso, solo logran que ella o él se sientan presionados una vez más y rápidamente surge un muro infranqueable en la conversación: así las amistades no logran ninguna solución.

Descubren con estas escenas que hablar sin sermones e insultos es más efectivo. Es mejor cambiar “el tu” por “el yo”, es decir, mejor hablar en primera persona expresando la tristeza que se siente por perder a la amiga o amigo, sin atacar a ninguna parte. Sería maravilloso poder en ese momento decir las palabras mágicas: “te quiero”, mucho más efectivo cuando quiere solucionarse cualquier conflicto entre personas que se estiman.

La relación sigue adelante, cada vez más tóxica. La siguiente escena los deja impactados. Ella llega al parque y se encuentra a su novio whatsappeando con el móvil. Ella quiere ver la conversación pero él la ignora y no lo consiente, diciéndole que habla con un amigo. A estas alturas, ella necesita ver que es cierto lo que él dice y no entiende que no la deje ver la conversación. Ella le quita el móvil y empieza un forcejeo donde él le quita también a ella el móvil. Tras una discusión muy desagradable, ella le devuelve de mala gana el móvil pero ahora él se niega a dárselo a ella, comenzando además a insultarla. Finalmente él tira con rabia el móvil de ella al suelo, rompiéndolo y causándole un gran dolor y desconcierto a ella. La situación es muy violenta y la directora para la escena.

Las siguientes escenas donde participa el alumnado consisten en hablar con uno y con otra de lo sucedido.

Sus consejos son: tenéis que tranquilizaros, tenéis que hablar, eso es fruto del control que necesitáis del otro en la relación…

Gracias a la directora, comprenden que la violencia y el amor no pueden convivir, que la confianza no es perder la intimidad, eso es control. Y si basamos nuestras relaciones en el control total de la otra persona “para que no pase nada”, en cuanto se pierde un poco ese control, surge inevitablemente el malestar profundo, la ansiedad y fácilmente la violencia.

La última escena es una conversación a las tres semanas del altercado con el móvil, porque él quiere hablar con ella. Una vez cara a cara los dos, él pretende volver pero ella no quiere. La conversación termina más violenta aún con agresiones, insultos y amenazas.

Concluye el alumnado finalmente que no deberían de haber quedado una vez más, de hecho tendrían que haber terminado mucho antes, sin tristemente haber llegado a situaciones violentas y peligrosas.

HA SIDO UN PLACER REALIZAR ESTE TALLER CON NUESTRO ALUMNADO. HAN APRENDIDO MUCHO Y ADEMÁS, LO MÁS IMPORTANTE, SIENDO ELLOS Y ELLAS PROTAGONISTAS Y SINTIENDO REALMENTE EN SUS CUERPOS TODAS LAS SENSACIONES. HAN APRENDIDO MUCHAS ESTRATEGIAS PARA COMUNICARSE ADECUADAMENTE Y PARA DETECTAR CUÁNDO UNA RELACIÓN DEJA DE SER AMOR PARA PASAR A SER CONTROL.

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